La Sirena
Mitad mujer, mitad pez, La Sirena de la Laguna de Chimaliapan, salía a peinar sus largos y dorados cabellos en una piedra, el trono de una reina situado entre legendarios sauces llorones.
Creadora de la fauna acuática, vivía a orillas de la Hacienda de Texcaltenco, (Rancho Capetillo), y desde ahí cuidaba a sus criaturas.
Cuentan que un día llegaron unos arrieros, al pasar por el paraíso lacustre, vieron a la Sirena peinándose con su escobeta y su peine de hueso.
Señorita, ¡pero qué preciosa está usted! Cásese conmigo y me la llevo pa´mi pueblo… le dijo un arriero impactado por su belleza.
Ella le dijo que sí, con la condición de que se hiciera cargo de todos sus hijos. Confiado el arriero le pidió conocerlos.
Entonces la Sirena alzó los brazos.
Estos son mis hijos contestó, mientras que de su cuerpo caían culebras, ajolotes, escorpiones de agua, ranas, carpas y pescados blancos Asustado el arriero corrió y no volvió más.
De Morelos llega otro arriero atraído por la fama de su belleza. La encontró peinando su larga cabellera en la piedra lisa y redonda.
¡Qué hermosa y bella es usted¡ Le propongo matrimonio y me la llevo pa´ mi tierra le dijo. La Sirena respondió que aceptaba si podía mantener a todos sus hijos. Levantó los brazos y de ellos salió todo tipo de animales acuáticos: padrecitos, acociles, patos, garzas y gallaretas.
Aunque asustado, el arriero aceptó. Cuando la Sirena salió del agua, el hombre la abrazó y no la soltó hasta que la encerró en uno de los huacales que traía sobre las mulas. Se la llevó al Estado de Morelos que, gracias a su presencia, cuenta con numerosos manantiales.
Lerma perdió así a su Sirena y el esplendor de la laguna ya no es la misma que cuando la habitaba.
Fuente: Lerma, mitos y tradiciones : el origen de su pensamiento, UAM-Lerma.